jueves, 4 de noviembre de 2010

Sarro dental en carnivoros

La acumulación de placa dental y sarro en los carnívoros (perro y gato). Enfermedad Periodontal Canina y Felina.
El nombre de limpieza dental puede inducir a error en el sentido de su interpretación. No se trata de un procedimiento estético, sino de un procedimiento higiénico, la placa y el sarro están muy cargados de bacterias, así como de un procedimiento profiláctico, ya que su evolución es la destrucción progresiva del ligamento periodontal y la reabsorción progresiva del hueso alveolar (ver figuras), con el resultado de piorrea y pérdida de las piezas dentales. Además es una enfermedad dolorosa  para el animal.
 Otra consideración muy importante es que las bacterias presentes en el sarro y más en el caso de la piorrea, son absorbidas al torrente sanguíneo (bacteriemia) con especial tropismo para infectar las cuerdas de las válvulas aurículo-ventriculares (tricúspide y mitral). En casos más graves pueden producir septicemia, instalándose las bacterias en cualquier órgano (hígado, riñón, etc.) además del corazón.
Tratándose pues de un proceso higiénico y profiláctico, no puede ser realizado de cualquier manera. Se trata en primer lugar de retirar el material acumulado y en segundo lugar de evitar y/o ralentizar la nueva acumulación.
El sarro está firmemente adherido al esmalte dental introduciéndose, también en el margen gingival creando las denominadas “bolsas”. Si únicamente retiramos, estéticamente lo más grueso, van a quedar irremediablemente restos sobre los cuales la placa se volverá a fijar desde el mismo momento de finalizada la intervención.
No es suficiente con una sedación. Es imprescindible una anestesia general. Esta anestesia general tampoco puede ser una anestesia cualquiera ya que los aparatos de ultrasonidos que nos ayudan a retirar el sarro, con la finalidad de no elevar la temperatura del diente y la consecuente necrosis pulpo-radicular, proyectan permanentemente un pequeño espray de agua. Si tenemos al animal anestesiado, el reflejo deglutivo habrá desaparecido y por lo tanto para evitar el riesgo de deglución desviada del agua hacia la tráquea que ahogaría al paciente. Para ello se debe intubar con una sonda traqueal.
Normalmente los animales que deben ser sometidos a este tratamiento son animales de cierta edad, normalmente de razas pequeñas y con distintas patologías concurrentes. La anestesia por lo tanto debe ser adaptada a cada animal. Nosotros aplicamos pre anestésicamente: Acepromacina, dexmedetomidina, Diazepam (Valium®) o Bruprenorfina, según cada paciente.
Todas las anestesias pueden producir bradicardia (enlentecimiento del ritmo cardiaco) que se resuelve o evita con atropina. También inyectamos siempre en la pre anestesia meloxicam (Metacam®) para evitando el dolor mantener el plano anestésico con menor dosis y recuperación indolora.
 La inducción anestésica, para poder intubar al animal, la hacemos con pequeñas y precisas dosis intravenosas de propofol lipuro, suficientes para poder intubar, y el mantenimiento se realiza en todos los casos con isoflurano, administrado desde el vaporizador, con oxigeno, manteniendo al paciente en un plano anestésico no profundo, sino superficial, suficiente para esta intervención. El isoflurano es un agente anestésico volátil de máxima seguridad y rápida eliminación por vía respiratoria, sin que se requiera metabolización por el hígado, como ocurre con otros volátiles. La recuperación es rápida y cómoda. Durante la anestesia monitorizamos 9 constantes fisiológicas.
A pesar de que los ultrasonidos son el método más eficaz para la eliminación del sarro, quedan erosiones  y  fragmentos microscópicos del mismo que hay que eliminar. Para ello usamos una turbina equipada con una copa de goma y procedemos a un pulido del esmalte. Tras el pulido aplicamos, con la misma turbina una capa de protección (Oravet® de laboratorios Merial) que durante dos semanas impide el contacto del esmalte incluso con el agua y saliva, como si de una funda de silicona se tratase. Para que esta aplicación sea efectiva el diente tiene que estar completamente seco, cosa que conseguimos con la proyección de un chorrito de aire comprimido que expulsa cualquier resto de agua (no es útil una gasa o servilleta de papel). Este procedimiento es el único que asegura una adherencia del Oravet® al esmalte y permite a las encías inflamadas recuperar su posición fisiológica. El proceso de tractrectomía sobreviene así en un tratamiento profiláctico. Requiere voluntad de hacerlo bien, tiempo y sobretodo equipamiento adecuado.
Si el estado del ligamento periodontal y la reabsorción de hueso alveolar están muy avanzados en algunas piezas, si estas se mueven o la sonda pasa a través de las raíces de premolares y molares, en definitiva si hay piorrea, todo este proceso a la corta resultará inútil, por lo que estas piezas dentales más afectadas deben ser retiradas para evitar recaídas a corto plazo y el consecuente dolor crónico en el animal.
 Rafael Mendieta


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